Fiel a sus voraces modus políticos, Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, busca, por distintos senderos de la vida nacional, inyectar una dosis de antídoto morenista para captar el apoyo de aquellas voces «vulnerables» que, a su juicio, han sido defraudadas u olvidadas por el gobierno mexicano.
Justo así funciona ese bárbaro esquema de propaganda, afilado personalmente por el político tabasqueño, pues al ser conocedor de que siempre estará en el ojo del huracán de los medios de comunicación, con quienes enemista, pero se mantiene siempre muy cerca, AMLO los aprovecha para amplificar la onda expansiva con cada ariete que lanza sobre «La mafia del poder».
El último acto del que ya comenzó una sinfonía de pólvora es el conflicto verbal que inició con las Fuerzas Armadas de México, como el pasado 13 de marzo, cuando le respondió a uno de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa que a quien «le tienen que reclamar es al Ejército», o cuando condenó el operativo de la Marina en Tepic, Nayarit, en el que fue abatido Juan Francisco Patrón; al declarar que tenía información de que en el operativo «murieron jóvenes, algunos menores de edad, esto debe investigarse».
A pesar de que el Ejército y la Marina se han pronunciado en contra de sus acusaciones, con el apoyo del vocero Eduardo Sánchez o el insistente Miguel Ángel Osorio Chong y sus mecánicos discursos sobre la importancia de las instituciones, e incluso de la aspirante a la presidencia por el PAN, Margarita Zavala, lamentablemente, para las Fuerzas Federales no es suficiente con regresarle el revés a AMLO para lavar su nombre y su «honor», ya que las mismas instituciones han ido perdiendo la confianza que la población, quizá, aún tenía en ellos, pues basta con leer las recomendaciones de organismos como la CNDH y la CIDH por abusos de autoridad por parte de sus efectivos.
López Obrador se ha lavado las manos al declarar que: «Queda muy claro que los soldados son pueblo uniformado, que son hijos de campesinos, hijos de obreros», hasta aprovechó para lanzarle un revés también a su posible contrincante priista por la presidencia el siguiente año, al escribir desde su Twitter: «Está de moda provocarnos, ahora es Chong el que se sube al ring. ¿Qué les pasa, por qué tanto nerviosismo? Ya no vean encuestas. Serénense».
Y una vez más lo volvió a hacer, Andrés Manuel lanza un alfilerazo a las Fuerzas Armadas, el Gobierno Federal se alborota y le contesta ante medios, y así, superando incluso los lineamientos económicos impuestos por el INE, tiene por resultado propaganda gratuita presentada en un empaque con la leyenda «Polvo pica pica».
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