Washington señala como enemigos de la prosperidad de Norteamérica a Moscú y Pekín.
La estrategia en seguridad presentada ayer recupera el lenguaje de la Guerra Fría entre las potencias.
De acuerdo con la estrategia de seguridad presentada ayer lunes por Donald Trump, China y Rusia constituyen para Estados Unidos dos poderes «revisionistas» que buscan erosionar la prosperidad americana y crear un mundo en las antípodas de los valores norteamericanos. El documento que elimina el cambio climático como amenaza, recupera el lenguaje de rivalidad de la Guerra Fría y plasma la doctrina del «Estados Unidos Primero», una que el gobierno de los Estados Unidos ha tratado de imponer en todos los niveles de gobierno.
Washington señala como enemigos a Moscú y Pekín, pese a los intentos de proximidad que Trump ha mostrado con sus líderes desde que llegó a la Casa Blanca.
«Después de haber sido desestimada como un fenómeno del siglo pasado, la competencia entre grandes poderes ha vuelto», dice el documento. Y en esa pugna, China y Rusia son los rivales a vencer: «Están decididas a hacer las economías menos libres y menos justas, a hacer crecer sus Ejércitos, controlar la información y reprimir sus sociedades para expandir su influencia», añade.
El documento revela, en el fondo, la pugna de Estados Unidos y China por el predominio mundial, en un momento en el que el gigante asiático toma la bandera de la lucha contra el cambio climático o se pasea por el Foro económico de Davos como líder económico alternativo, frente al repliegue de Washington en los tratados internacionales. Y al margen del relato, hay datos que preocupan en la Casa Blanca: la economía china ha superado a la estadounidense si se mira el poder de paridad de compra.
También hay contraste entre lo que dice este documento de seguridad y las palabras que Trump ha dedicado hasta ahora a Vladímir Putin. Trump ha llegado a cuestionar a los servicios de inteligencia estadounidenses, que dan por segura la injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales, y ha elogiado en varias ocasiones al líder ruso. Trump ha dicho que cree en la palabra de Putin, por encima de la del FBI o la CIA, y ha destacado la inteligencia del presidente ruso.
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