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El periodista fue asesinado el pasado 2 de octubre.

El fiscal general de Arabia Saudita pidió pena de muerte para cinco de los 11 sospechosos en el inicio del juicio.

A poco más de tres meses de ocurrido, el asesinato del periodista Jamal Khashoggi sigue sin esclarecerse del todo. Recientemente inició la primera sesión de prueba en contra de los sujetos involucrados en el homicidio y el fiscal general de Arabia Saudita pidió para cinco de ellos la pena de muerte.

La sesión referida se llevó a cabo en la fiscalía pública del país asiático, en donde los 11 acusados se presentaron en el Tribunal de Sanciones de Riad con sus abogados. Al concluir la audiencia, el fiscal general dio a conocer que el grupo de imputados solicitó una copia del documento emitido en la sesión para preparar su defensa en este caso.

Cabe recordar que Khashoggi fue asesinado en el consulado saudí ubicado en Estambul, esto ocurrió el 2 de octubre de 2018; al parecer el periodista fue ultimado por agentes de Riad. Tras el homicidio se desató una serie de especulaciones que han puesto en tensión la relación entre Arabia Saudita y sus aliados de occidente, ya que varios de ellos han señalado que el autor intelectual es Mohammed bin Salam, príncipe de ese país.

Estados Unidos y Turquía han sido especialmente incisivos en culpar al heredero de la monarquía saudí. Fueron precisamente las autoridades de Arabia Saudita quienes, tras varias contradicciones en sus explicaciones, aceptaron que el asesinato se dio en medio de «una operación fuera de control» del Estado,

A raíz de esto el gobierno turco, liderado por el presidente Recep Tayyip Erdogan, solicitó a extradición de 18 ciudadanos sauditas que fueron detenidos en Arabia Saudita; no obstante, Riad se negó y argumentó que esa no era una opción y que los sospechosos serían juzgados en su país.

De ese grupo la justicia del país asiático encontró pruebas suficientes para inculpar a 11 de ellos, los mismos que son enjuiciados actualmente. La celeridad con la que ocurrió este proceso ha despertado la suspicacia y sospecha de diversos organismos en pro de los derechos humanos. «Dada la falta de independencia del sistema judicial de Arabia Saudita, la imparcialidad de la investigación y de todo el proceso es cuestionada», declaró Samah Hadid, directora de las campañas de Amnistía Internacional.

 

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