Para abastecerse el recorrido pasará de dos a siete horas.
El alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez señaló que se trata de una orden del gobierno federal.
Además del desabasto de gasolina la estrategia del gobierno federal para combatir el llamado huachicoleo ha dejado un cambio en la distribución y transporte del combustible. Un ejemplo es lo que acontece en Toluca, en donde le alcalde ha dado a conocer que las pipas que abastecen a la ciudad tendrán un cambio de ruta.
Ahora los vehículos tendrán que viajar a Lázaro Cárdenas, en el estado de Michoacán, para cargar combustible, por lo que a partir de ahora ya no tendrán que trasladarse a Tula, en Hidalgo, apuntó el mandatario toluqueño Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
«Las condiciones están variando de manera muy fuerte: este día nos están notificando que la terminal de carga ya no será Tula, nos están cambiando a Lázaro Cárdenas, la cual es más pesada, más lejana y más costosa», señaló el alcalde mexiquense. Y es que con este cambio, el traslado de las pipas será de aproximadamente 540 kilómetros cuando anteriormente solo viajaban alrededor de 135 kilómetros.
Esta medida ordenada por el gobierno federal obedece a que el ducto que más actos de sabotaje ha recibido, apuntó Sánchez Gómez en la sesión de cabildo, en la cual también refirió que este ducto se encuentra abierto desde el viernes 11 de enero, por lo que si hubiera funcionado de forma normal para el lunes 14 ya se habría completado el abasto de gasolina para Toluca, sin embargo, con las perforaciones para boicotear el suministro este proceso se ralentizó.
«Este jueves se presentó el sexto (sabotaje) y la mayor parte de los sabotajes se están dando entre Jilotepec y Atlacomulco, por lo que es de llamar la atención esta situación. El ducto ha estado operando de manera intermitente, el lunes y martes cargó diésel y Premium, la cosa es que hemos padecido cortes constantes», agregó el alcalde.
Otra problemática a la que se enfrentan las autoridades es el costo para mover el combustible pues anteriormente se cobraba de 35 a 37 centavos por litro, pero con la situación de desabasto actual el precio se ha elevado a dos pesos; ante esta circunstancia Sánchez Gómez indicó que están «buscando las (tarifas) más bajas».
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