Andrés Castuera-Micher en Somewhere under the muro. Foto: Isaías Avilés.
Andrés Castuera-Micher en Somewhere under the muro. Foto: Isaías Avilés.

Andrés Castuera-Micher presentó Somewhere under the muro en el Foro Juana Cata

Con más de una veintena de obras, Andrés Castuera-Micher no ha dejado morir al teatro independiente.

Andrés Castuera-Micher debutó como dramaturgo en 1993, con su obra La otra cara de la moneda, desde entonces, el teatro independiente ha sido su vocación, pues considera que este género literario, en su formato autogestivo, es «la única manera de decir cosas que duelen».

Además de dramaturgo, Castuera-Micher es poeta, docente, actor, director, promotor cultural, locutor de radio y periodista. Su obra se ha publicado en diversas latitudes, tanto en América Latina como en Europa.

Actualmente, el Foro Juana Cata, ubicado en Plaza de la República 46, alberga la corta temporada de Somewhere under the muro, una obra escrita y protagonizada por el propio Andrés Castuera-Micher, bajo la dirección de Diana Becerril, la producción de Diana Hidalgo y la colaboración del Grupo Teatral Arethé.

Somewhere under the muro

«Me quedé sin patria tres veces: cuando me corrió el hambre, cuando me regresó el racismo y, ahora, que no me quieren de vuelta».

Somewhere under the muro es un monólogo que relata la historia de Jacinto, un migrante que sale de su natal Zacatecas en busca del «sueño americano», pero que, tras la llegada al poder de Donald Trump, decide retornar a su lugar de origen, pues se niega, rotundamente, a ser deportado.

El espacio en el que se lleva a cabo el monólogo es un «desierto» que, al mismo tiempo en que se formula como la esperanza para quienes van en busca del «sueño americano», es soledad, sufrimiento y muerte.

El desierto en el que Jacinto camina es también la ceniza de quienes han intentado cruzarlo y de quienes en busca de mejores oportunidades se han quedado en ese sitio a expirar por última vez la finura de la arena que augura: «polvo eres y en polvo te convertirás».

El teatro independiente es una necedad

El reto al que se enfrenta Andrés Castuera-Micher cada que monta una obra de teatro independiente es la falta de interés del público.

Actores, actrices y amantes del teatro saben que, en ocasiones, el monstruo más poderoso al que deben confrontar es el vacío en las butacas; pues, al igual que Jacinto, el protagonista de Somewhere under the muro, a veces terminan hablando al desierto, con sus muchas distancias y sus incontables ausencias.

En la era de los smartphones, para muchos, el teatro ha quedado en segundo término, pues es más cómodo acceder a la información, desde casa, con un solo clic. Aunque esa información no nos asegure la experiencia de una catarsis teatral.

Las pantallas de los celulares son un muro que hemos reforzado con nuestra adicción a ellos, por eso, el teatro ha buscado alternativas para sobrevivir a esta era digital con la intervención de espacios virtuales; no obstante, realizar este tipo de actividades, para Andrés Castuera-Micher, es un arma de doble filo, pues nada asegura que tus espectadores en una transmisión en vivo en Facebook entiendan el mensaje que tratas de enviar.

Accidentes escénicos

Una de las escenas más hermosas en Somwhere under the muro es cuando Jacinto reza a la Virgen de Guadalupe, pero, para hacerlo, proyecta en la pared la sombra de la botella de alcohol que lo ha acompañado durante su viaje.

En palabras de Andrés Castuera-Micher, esta escena fue un accidente escénico, porque se improvisó de la nada, sin embargo: «la religión más grande de muchos migrantes es el alcohol», que usan para evadir las realidades tan complejas que les ha tocado experimentar.

Muros necesarios

Aunque la crítica de Somewhere under the muro está enfocada en el racismo que viven los y las migrantes latinoamericanas en Estados Unidos, Andrés Castuera-Micher asegura que hay muchas fronteras invisibles en la misma Ciudad de México.

Entre estas fronteras, algunas son necesarias, como los espacios separatistas que han creado muchas mujeres al ver vulnerada su seguridad en un país que registra una estadística de 9 mujeres al día.

No obstante, otros muros son vergonzosos, como los que dividen a las colonias entre ricos y pobres, los que convierten espacios públicos en privados, los que son dogmáticos y aplastan los derechos humanos de alguien más, los mismos que construyeron los mexicanos contra las caravanas migrantes de Honduras.

Con esa reflexión en mente, Andrés Castuera-Micher invita a las personas a vivir la experiencia de la catarsis teatral con Somewhere under the muro, en el Foro Juana Cata los próximos 23 y 30 de marzo en Plaza de la República 46 int.

Por Mimí Kitamura

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