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El ataque fue dirigido contra la comunidad chií hazara, acotaron las autoridades.

En julio del año pasado, durante un mitin electoral en esta misma zona, se presentó un atentado que dejó 149 víctimas mortales, lo que le valió para ser considerado el más mortal en la historia de Pakistán.

El suroeste de Pakistán fue testigo de un atentado que ha dejado un saldo de al menos dos decenas personas muertas y 48 heridas. Medios locales reportaron que el atentado ocurrió en Quetta, ciudad ubicada cerca de la frontera con Afganistán, cuando una bomba explotó cerca de un mercado.

El jefe de la policía local externó lo siguiente: «El ataque tuvo lugar contra una tienda de verduras. Un artefacto explosivo improvisado fue colocado en un saco lleno de patatas. Nuestros expertos dirán si fue activado con temporizador o por control remoto. Están ahora investigándolo».

Dentro de las personas que perdieron la vida se encuentran civiles y empresarios locales, dos despachadores de la tienda y un soldado del Cuerpo de Fronteras, mientras que entre los heridos hay cuatro miembros más de esta organización armada; las personas con lesiones fueron trasladadas al Centro Médico Bolan. Sobre las personas que no tuvieron daños, el jefe policial indicó: «Hemos gestionado el transporte para que los hazaras que han resultado ilesos en el ataque puedan regresar»

Abdul Razzaq Cheema, subinspector general de la policía de Quetta, refirió que el atentado fue en contra de la comunidad chií hazara (minoría étnica en Pakistán y Afganistán que es perseguida por el Estado Islámico); cabe señalar que Abdul se encontraba cerca del lugar donde ocurrió la explosión.

Por otro lado Imran Khan, primer ministro pakistaní, manifestó su consternación por el ataque que cobró la vida de personas inocentes, además de informar que los heridos recibirán la mejor atención posible.

 

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