Sin fronteras para el hombre murciélago
Julian Assange, «delincuente» perseguido por los Estados Unidos, podría correr el riesgo de ser deportado
The Dark Knight (2008) es considerada hasta la fecha como una de las mejores películas de Batman, pues en ella –o mejor dicho en toda la trilogía– su director Christopher Nolan logró crear no sólo una visión más realista de este superhéroes, sino que también nos entregó a un mítico Guasón (o Joker, para los más puristas) que pasará a la historia gracias a la increíble actuación de Heath Ledger.
Lo curioso es que en lugar de un psicópata desquiciado, Ledger y Nolan construyeron a un Guasón más anarquista e inteligente, tan así que era el único que en verdad tenía idea de la capacidad de Batman para atrapar a cualquier ladrón sin importar dónde se encontrara. Basta con recordar cuando el murciélago viajo hasta China (obviamente sin importarle que estuviera violando la ley) para atrapar a Lau (Chin Han), el hombre que manejaba las cuentas bancarias de la mafia en Ciudad Gótica, pue sabía que las autoridades no iban a deportar al criminal.
Si transportáramos este caso a la vida real, más precisa y justamente a este par de días, tendríamos que poner como ejemplo la actual situación entre Estados Unidos y Julian Assange, el hombre responsable de la creación de WikiLeaks y quien reveló una serie de interesantes y sucios secretos del gobierno.
Y es que todo parece indicar que tras años de ser un «refugiado» que se la pasó huyendo de la deportación a Estados Unidos, Assange estaría a punto de ser trasladado a la tierra que tanto teme, pues luego de que Lenin Moreno, presidente de Ecuador, lo expulsó de la embajada en Londres, ya fue detenido y ahora corre el riesgo de ser deportado a América por las autoridades británicas.
Lo curioso del caso es que según Moreno, la expulsión de Assange se debió a su mal comportamiento dentro de la embajada, asegurando que el hombre no sólo maltrataba los equipos como cámaras y demás, sino que realizó intentos de influir en los asuntos internos del país, algo que tenía estrictamente prohibido.
Sin embargo, cabría preguntarse si la expulsión de Assange en verdad es por estas razones, o porque el actual gobierno de Ecuador quiere deshacerse de una vez por todas del activista para no meterse en problemas con Estados Unidos. Después de todo no es raro que un país como el liderado por Donald Trump influya «indirectamente» en las decisiones de otras naciones, así que no debería sorprendernos si, cual Batman, los EEUU vuelven a transgredir una vez más las fronteras con tal de conseguir lo que quieren.
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