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Trump presentó su Plan Migratorio; antes de entrar en vigor, debe ser aprobado por el Congreso.

Este plan exige a los migrantes que deseen entrar a Estados Unidos ser ciudadanos intachables y saber inglés.

No cabe duda que el presidente Donald Trump ha logrado su objetivo de colocar a Estados Unidos en un punto clave de la discusión internacional. Su gestión se ha basado en dotar de egocentrismo al país y con ello, se da el lujo de hacer rabiar a unos cuantos mandatarios y hacer ver su suerte a otros más.

El término diplomacia es difícil de entender cuando de Trump se trata. Esta palabra tiene para él una definición ambigua, o más bien cambiante, pues depende de la coyuntura que enfrente y del personaje que se interponga en su camino.

Durante toda esta semana, las declaraciones del mandatario estadounidense o bien de sus allegados viajaron mucho. Se enfrentó a China en la guerra arancelaria que sostiene desde hace casi un año; entró en diálogo con México y Canadá para eliminar impuestos en acero y aluminio; hubo intercambio de opiniones con diplomáticos rusos en torno a Irán; sostiene  interlocución con Corea del Norte, etcétera.

Si bien el ramo económico es de gran importancia para su gestión, tiene otros problemas que enfrentar. No obstante hay uno que incluso puede costarle la reelección en 2021, y nada tiene que ver con la gran cantidad de demócratas que se han posicionado como virtuales precandidatos a la presidencia, sino con la migración.

Ante las solicitudes de instancias internacionales en torno a políticas y normas más suaves en torno a la crisis migratoria de la que culpa  a México, Trump ha accedido a forjar un Plan Migratorio, en el cual atenúa ligeramente su pensamiento racista y lo disfraza de «cualidades» que los migrantes deben tener para poder acceder a su país.

Al presentar dicho proyecto, dijo que convertirán al idioma inglés y al civismo, requisitos indispensables para que aquellos que busquen entrar a Estados Unidos. Según él, a esto se le llama mérito profesional. Así, a quienes cumplan con estas indispensables características se les otorgará el derecho de contar con asilo permanente en este país, en cambio «si no tienes una reclamación de asilo legítima, será rápidamente devuelto a casa».

«Los trabajadores migrantes deben sustentarse financieramente y se les exigirá que aprendan inglés, con esto tendremos un sistema de migración que respete nuestra cultura».

La formulación de esta iniciativa estuvo a cargo de Jared Kushner, su yerno, quien ha fungido como eje central de varias decisiones que Trump ha tomado en distintos rubros y este, el migratorio, es de gran importancia en este momento. Por supuesto este Plan Migratorio deberá enfrentar al Congreso, en donde se encontrará con una oposición urgida por ponerle el pie al magnate, en búsqueda de posicionamiento rumbo a los comicios federales.

Obviamente la migración ilegal no terminará, serán más y más aquellos que busquen entrar y ante la oleada, eventualmente Trump perderá el control y arreciará sanciones en contra del primero que vea: «Ya no ve quién se la hace, sino quien se la paga».

 

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