Oscar Mario Beteta - T-MEC, una cadena de condiciones
Oscar Mario Beteta - T-MEC, una cadena de condiciones

El T-MEC podría ser aceptado en los siguientes días por Estados Unidos

Aunque México cumplió con una nueva reforma laboral bastante benéfica para los EE. UU., el gobierno norteamericano no ha cumplido con su parte

El Tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá no ha sido fácil, pues entre los meses que requirió que los tres países estuvieran de acuerdo con las cláusulas, las constantes amenazas de Donald Trump de retirarse de éste si no se cumplían sus caprichos, hasta la elección de un nombre apropiado para dicho acuerdo (que cabe decirlo, el primero de ellos ―USMCA― era tanto impronunciable como poco atractivo), su creación ha sido todo un dolor de cabeza. Además, todo parece indicar que este malestar no ha terminado, pues  las cercanas elecciones del vecino del norte se han convertido en un tope para la aprobación del ahora llamado T-MEC.

De acuerdo con el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Jesús Seade Kuri, el gobierno mexicano está preocupado por el hecho de que Estados Unidos se podría negar a una ratificación del acuerdo comercial debido a su calendario electoral, además de que el gobierno norteamericano aún mantiene diversas exigencias para que el tratado se firme.

Sin embargo, el subsecretario también aseguró que existe «un plan B» en todo caso, el cual consiste en que el T-MEC sea aprobado por la Cámara Baja del Congreso estadunidense; lo que de cualquier forma deja todo en manos «gringas».

Ahora, aunque Kuri confía en esto último, también hay que tomar en cuenta la supuesta condición que los EE. UU. le pusieron a México en el pasado para aprobar el tratado, y la cual no fue otra más que aprobar la reforma laboral, pues se supone que esta beneficiará a los mexicanos y así también se «detendría» la inmigración. Sin embargo, lo que ocurrió es que mientras el gobierno mexicano accedió a esto, los Estados Unidos no cumplieron con su parte.

Por otro lado también están los aumentos de aranceles al aluminio y al acero, que resulta ser otro castigo que Trump ha impuesto al gobierno de Obrador por no frenar el paso de los migrantes por la frontera.

El que México no haya cumplido con esto último es totalmente justificable por todo lo que conlleva el hecho mismo de la migración, pues no es un tema que se deba tomar a la ligera y que se solucione simple y sencillamente con la detención de los «ilegales»; en cambio, la aprobación de la reforma laboral es algo que se recomendó, se pidió y se hizo, y aun así, la respuesta sigue siendo un rotundo no por parte de los norteamericanos.

Y si bien Kuri se dice seguro de que el T-MEC se aprobará por el sólo hecho de estar demasiado avanzado, situaciones como la anterior demuestran que en el gobierno de Trump no hay nada seguro y las cosas pueden cambiar a último minuto.

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