La Administración del Presidente Donald Trump apuntó este martes que esperará hasta que haya luz verde por parte de la Presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, para enviar al Capitolio la ley de implementación del nuevo Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Justo en el día a partir del cual el Representante Comercial de EU, Bob Lighthizer, pudiera enviar al Capitolio la ley de implementación del T-MEC para iniciar la discusión legislativa, la Casa Blanca aseguró que esto no ocurrirá hasta acordar el camino para someter una votación del nuevo acuerdo.
“Lighthizer dijo que enviará la legislación formal (del T-MEC) cuando ella ofrezca la luz verde sobre una votación. Están trabajando bastante bien juntos y pienso que el resultado será extremadamente positivo”, dijo este martes Larry Kudlow, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca.
Durante un foro de la cadena CNBC, Kudlow aplaudió a la líder opositora en la Cámara Baja asegurando que sobre el T-MEC ha sido muy adaptable a pesar de que Pelosi y y los demócratas han exigido la modificación del texto en temas laborales, ambientales y medicamentos biológicos.
“Pelosi ha sido muy adaptable en esto. Bob Lighthizer trabaja muy de cerca con ella. Yo la veo periódicamente y ha sido maravillosa. Llevó a Lighthizer a hablar con toda su bancada y designó a líderes en ciertas áreas del acuerdo y están reuniéndose con Bob y su equipo”, aseguró Kudlow.
De acuerdo con el calendario, el Congreso sólo tiene 12 días de trabajo legislativo antes de que inicien las vacaciones de agosto, pero Kudlow aseguró estar confiado que todavía hay tiempo para que el T-MEC pudiera votarse antes del verano, sin embargo, reconoció que podría extenderse al otoño.
“Sigo siendo optimista que ella ofrecerá realizar una votación (sobre el T-MEC) y que esto ocurrirá, yo espero, en algún momento del verano. Podría extenderse hasta el otoño pero pienso que será antes. Pero depende de (Pelosi) no de mí”, dijo Kudlow sobre una posible votación del acuerdo.
Firmado en noviembre de 2018, el T-MEC espera desde entonces el resultado de las negociaciones entre los demócratas con Lighthizer, quienes sostienen pláticas semanales sobre los temas donde los demócratas han mostrado escepticismo y que detienen cualquier consideración legislativa.
Ayer mismo, un grupo de legisladores demócratas moderados -que en principio pudieran apoyar el acuerdo- pidieron en una carta a la Administración Trump no someter la legislación de implementación del T-MEC sino hasta que se hayan atendido las preocupaciones demócratas.
A diferencia del Tratado comercial vigente desde 1993 que los incluyen como acuerdos anexos, el T-MEC incluye en su texto central los temas laborales y ambientales haciéndolos sujetos de todos los mecanismos de solución de disputas disponibles, pero para los demócratas esto no es suficiente.
Según Pelosi y su bancada, la Administración Trump junto con los Gobiernos de México y Canadá deben estar abiertos a modificar el texto central del acuerdo comercial para incluir algún tipo de mecanismo de cumplimiento que garantice que México cumple sus normas laborales y ambientales.
Luego que el Congreso mexicano aprobó una reforma secundaria a la justicia laboral en el País impulsada por el contenido del propio acuerdo, el Senado mexicano realizó ya la ratificación del texto del T-MEC en junio pasado, lo que hace más difícil una modificación como piden los demócratas.
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