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Camilleri fue uno de los autores más populares en Italia

Escribió una serie de libros con temática policiaca, donde su protagonista fue aceptado y querido por sus lectores.

Andrea Camilleri, escritor italiano, falleció en el hospital Santo Spirito, ubicado en Roma, luego de haber permanecido internado poco más de una veintena de días, debido a un paro cardíaco. El siciliano de 93 años fue uno de los autores contemporáneos más leídos en Europa, sobre todo en Italia, gracias a la saga policiaca que, durante varios años, lo mantuvo ocupado.

Camilleri no solo fue un afamado novelista, sino que su reconocimiento también se debe a su labor como director de cine y teatro, guionista y dramaturgo. Cabe mencionar que uno de sus grandes logros fue una serie televisiva basada en sus obras literarias, en donde el protagonista de sus novelas fue el comisario Montalbano, personaje ficticio nombrado así a manera de homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán.

A pesar del éxito como escritor y director que tuvo a partir de la década de los noventa, en 1978 fue cuando publicó su primer libro titulado El curso de las cosas y para 1989 ya tenía su segunda novela titulada Un hilo de humo, ambas sin pena ni gloria. Dado el éxito no obtenido de sus textos, se dedicó mayormente a la dirección de obras de teatro y programas televisivos dentro de la cadena italiana RAI.

Sin embargo, en 1992 alcanza prestigio con su obra llamada La temporada de caza, no obstante, fue hasta dos años después que llega a la cúspide cuando publica La forma del agua, primera parte de la saga que posteriormente se convertiría en una serie de televisión que obtuvo gran recibimiento por parte de los espectadores.

Cabe mencionar que gracias a la popularidad de sus libros y la de sus personajes, en especial la del inspector Montalbano, pudo transmitir a sus lectores ideas sociales-políticos, tal como la democracia, la dignidad y la igualdad.

Denotó durante su trayectoria profesional su compromiso en lo social y en lo político; se asumió siempre como comunista orgulloso, desde los años cuarenta, cuando se inscribió en el Partido Comunista Italiano y hasta sus últimos días, donde continuó su labor como escritor, a pesar de sus problemas de salud, encontró en su asistente una aliada para redactar hasta sus últimos momentos, siempre fiel a su labor literaria.