El peso argentino se ubica en 56.16 unidades por dólar
En los comicios primarios Mauricio Macri sufrió una derrota aplastante.
A poco más de un mes para que se celebren las elecciones presidenciales en Argentina, la situación económica que vive el país está comenzando a generar estragos en su población, mientras los analistas sugieren un escenario complicado a nivel internacional.
Luego de realizarse las elecciones primarias el mes pasado, la inflación creció cuatro por ciento, con respecto a julio; sin embargo, en contraste con el mes de agosto de 2018, el porcentaje fue superior por 54.5 puntos, aunque siempre se mantuvo por debajo de las estimaciones de los economistas que preveían un alza del 4.4 por ciento de un mes a otro.
Aunado a la caída del peso argentino frente al dólar, misma que actualmente lo coloca en 56.16 unidades por cada moneda norteamericana, principalmente incentivada por la contundente derrota que sufrió Mauricio Macri en las elecciones primarias, se estima que la inflación durante septiembre alcance sea de 5.8 por ciento, algo que se deberá reflejar de manera inmediata en el precio de todos los productos.
Cabe recordar que la caída del 26 por ciento del peso argentino frente al dólar provocó el retraso de los pagos de la deuda externa, además de la implementación, por parte del gobierno de Macri, de nuevos controles de capital.
En el mejor escenario, tras las elecciones del 27 d octubre, Argentina podría obtener fondos adicionales del Fondo Monetario Internacional (FMI), reubicando a la inflación en 43 porciento, prácticamente con un escenario similar al actual, pero con mejores condiciones para el futuro.
El escenario negativo, por el contrario, prevé una ruptura con el FMI, lo que implicaría la cancelación de todos los pagos, afectando la economía de las empresas y teniendo como efecto dominó la pérdida de millones de empleos. El PB caería, según estimaciones, en un cuatro por ciento.
Lo cierto es que en el mes de agosto el dólar subió más del 20 por ciento, los bonos se desplomaron, se registró una venta masiva de activos y, lo peor de todo, es que todavía no se sabe si el FMI aprobará un nuevo desembolso para Argentina antes de celebrarse los comicios presidenciales.
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