Diario Andino - Dos de «suaperro» para llevar
Diario Andino - Dos de «suaperro» para llevar

Esta semana se llevaron a cabo tres casos de violencia animal

El primer y segundo caso conllevan el asesinato de perros y la venta de su carne, mientras que el tercero busca ser un patrimonio cultural.

La inhumanidad del hombre es tal, que ciertamente es difícil pensar cómo es que hemos llegado a ser el animal más inteligente sobre la tierra. Para ejemplo de ello basta con poner atención a tres actos deplorables que ocurrieron en esta misma semana.

El primero y más conocido mediáticamente es el de María Antonieta, una mujer poblana que se dedicaba a robar perros para asesinarlos y vender su carne. Los hechos se dieron a conocer el jueves por la noche, cuando se supo que la ahora detenida albergaba en su casa más de 30 animales entre caninos, conejos y palomas.

Claro que el estado en que encontraron a dichos animales era deplorable, pues a diferencia de muchos de nosotros que los consideramos mascotas —y muchas veces hasta nuestros únicos y más queridos amigos— para dicha mujer simplemente eran un medio alimenticio y económico de supervivencia.

Ahora, ¿es malo comer carne de perro? Claro que no. La diferencia, claro está, radica en la cultura donde se vive, pues aunque a fin de cuentas todo en este mundo se trata de una cadena alimenticia (donde hasta nosotros mismos somos alimento), no es lo mismo alimentarse de estos animales que hemos criado para nuestra compañía, que en países como China, donde el consumo de caninos es visto como algo normal e incluso son criados para ello.

¿Sigue escuchándose inhumano, verdad? Pues en ese aspecto, qué dirán de nosotros aquellas culturas donde se idolatra a las vacas al grado de dioses mientras, en cambio, la mayoría nunca hemos negado un buen caldo de res.

El segundo hecho tuvo lugar en Santa Martha Acatitla, donde un hombre asesinó a una perra pitbull golpeándola y azotándola en la pared, cual si de una pelea callejera se tratara. El sujeto, de nombre Antonio «N» ya es buscado por las autoridades, un hombre que ha tenido múltiples ingresos a la cárcel por cargos que van desde robo hasta intentos de homicidio. Al parecer las causas del ataque fueron por una desobediencia del animal.

El tercer caso se dio en Hidalgo, donde el diputado de Morena, Rafael Garnica Alonso, busca promover las peleas de gallos como patrimonio cultural. Ciertamente esto es absurdo cuando este tipo de «eventos» ni siquiera nació en esa entidad, amén de la atrocidad que es el acto en sí de buscar el que dos animales se maten entre sí para diversión humana; que para ello ya tenemos un deporte llamado boxeo, donde a diferencia de las riñas entre gallos o perros, al menos los pugilistas tienen completa razón de lo que hacen y obtienen un beneficio bastante jugoso de ello.

HOY NOVEDADES/EN BOGA