Cayó Romero Deschamps, pero no con él la corrupción
26 años y contando

Cayó Romero Deschamps, pero no con él la corrupción

Tras 26 años en el cargo, el líder del STPRM anunció su renuncia, en su lugar quedará el tesorero de la organización.

Luego de 26 años en el cargo, Carlos Romero Deschamps renunció a su cargo como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM): se presume que será para atender las dos denuncias en su contra presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR).

Además de acentuar lo que hace años se intentaba destapar —la corrupción en el sindicato y en todo Pemex—, las investigaciones contra Deschamps sirven para trazar una nueva ruta que apunta directo al expresidente Enrique Peña Nieto.

Deschamps se suma a los casos de Juan Collado, Emilio Lozoya y Oro Negro que involucran una red de corrupción para desviar dinero público a las campañas priistas de Peña Nieto y Francisco Labastida, el caso de este último en el año 2000 fue también conocido como Pemexgate, en ese entonces Deschamps era líder petrolero y se le denunció por el presunto desvío de 500 millones de pesos.

Con la caída del líder del STPRM se da un golpe más a los «enemigos» de la 4T, pero también se asume como la culminación de uno de los personajes más representativos del viejo régimen, el priista iniciado en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Comenzar a creer que el combate contra la corrupción en los altos estratos de la política mexicana es una realidad, es algo que México necesitaba, sin embargo, de ninguna manera la renuncia de Deschamps representa el inicio de una nueva era donde la impunidad no tiene cabida. Ejemplos hay muchos —incluso de la 4T—, comenzando por quien toma el lugar del mítico líder petrolero desde 1993, Manuel Limón Hernández, tesorero del STPRM desde 2007 a 2018, quien no fue capaz de ver la corrupción al interior del sindicato que ahora liderará.

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