«Malinche, en vuestra casa estáis vos y vuestros hermanos. Descansad»
Una pared de la Parroquia de Jesús de Nazareno alberga una representación del encuentro entre Cortés y Moctezuma.
El 8 de noviembre de 1519 ocurrió uno de los hechos más significativos para la cultura occidental, el encuentro entre dos mundos, protagonizado por el conquistador Hernán Cortés y el tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, que culminaría con la caída de un imperio y el mimetismo entre dos culturas hasta entonces desconocidas entre sí.
De acuerdo con las fuentes históricas, el encuentro entre ambos personajes se produjo en el actual crece de las calles José María Pino Suárez y República de El Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
«(…) Ya que llegamos cerca de Méjico, a donde estaban otras torrecillas, se apeó al gran Montezuma de las andas, y traíanles del brazo aquellos grandes caciques, debajo de un palio muy riquísimo a maravilla, y la color de plumas verdes con grandes labores de oro, con mucha argentería y piedras chalchiuis, que colgaban de unas como bordaduras (…)».
Gracias al texto de Bernal Díaz del Castillo, La historia verdadera de la conquista de la Nueva España, se tiene conocimiento de infinidad de detalles acontecidos hace ya cinco siglos y que han servido como principal fundamento para los historiadores actuales.
« (…) otros muchos señores le barrían el suelo por donde había de pisar, y le ponían mantas porque no pisase la tierra. Todos estos señores ni por pensado le miraban en la cara (…)».
Cuenta Bernal que una vez cerca ambos personajes, Cortés sacó un collar de piedras de vidrio (un regalo para el tlatoani: «(…) se lo echó al cuello al gran Montezuma, y cuando se lo puso le iba a abrazar, y aquellos grandes señores que iban con Montezuma detuvieron el brazo de Cortés que no le abrazase, porque lo tenían por menosprecio (…)».
Una vez superado el primer contacto, mientras los hombres de diferentes mundos se analizaban unos a otros —«hombres, mujeres y muchachos que estaban en las calles y azoteas y en canoas en aquellas acequias, nos salían a morar»—, el ejército de Cortés fue dirigido al antiguo palacio de Axayácatl (padre de Moctezuma), desde donde se orquestaría la caída de la ciudad de Tenochtitlán, un 21 de agosto de 1521.
Aunque la historia propiamente de la conquista militar culmina dos años más tarde, la lucha cultural persistió por siglos y generaciones, quienes mantuvieron una batalla constante que culminó en una amalgama de culturas y tradiciones que conformaron gran parte del pensar del México moderno.
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