Slipknot y Evanescence cancelaron su participación en el KnotFest
El KnotFest se canceló el sábado y varias bandas estuvieron ausentes el día domingo para el Force Fest.
Terrible, lamentable, penoso, pero también digno suceso el que ocurrió este sábado y domingo durante el KnotFest y el Force Fest, dos eventos organizados por Live Talent y que al igual que el año pasado en Teotihuacán, estuvieron llenos de accidentes, cancelaciones, mal entendidos y un pésimo y grosero servicio al cliente por parte de la promotora y la empresa Summa Inferno.
Todo comenzó cuando la participación de Evanescence el día sábado se retrasó por más de tres horas sin que se le avisara al público los motivos, lo que causó la desesperación de muchos, quienes burlando la pésima seguridad del evento tiraron bayas y accedieron a la zona del escenario para después quemar la batería de la banda.
A esto siguieron más destrozos en el stage, por lo que con tal de no exponer la seguridad de los rockeros y metaleros (quesqué), la banda principal de ese día ―y creadora de dicho festival―, Slipknot también se vio obligada a cancelar su participación. Claro, esto provocó un enojo todavía mayor en los asistentes, a los que no les quedó más que responder con más destrozos.
Y claro que la manera de responder del público no fue la correcta, pues de forma irresponsable pusieron en riesgo tanto su bienestar como la de los demás. Sin embargo, tampoco se les puede culpar de ello tomando en cuenta el negro historial de la promotora desde el Force Fest del año pasado, evento celebrado en las inmediaciones de Teotihuacán y que por una pésima logística presentó cancelaciones de bandas a último minuto, gente entrando sin pagar, servicios disfuncionales de pagos electrónicos, nula seguridad, transportes fallidos, entre muchas otras cosas.
Si a esto sumamos que la mayor irresponsabilidad de Live Talent fue dejar a su suerte al público al término del evento, quienes tuvieron que caminar kilómetros bajo una torrencial lluvia en medio de terrenos lodosos, sin luz y sin señalamiento alguno para encontrar un camión o un taxi, entonces podríamos decir que el enojo del público estaba un tanto justificado tomando en cuenta que era la segunda vez consecutiva que se le fallaba.
Además, la empresa Summa Inferno tampoco ayudó mucho, pues aunque sólo se encargó de darle publicidad a ambos festivales vía redes sociales, todas sus campañas fueron realizadas de manera déspota, grosera y en extremo pedante, humillando en diversas ocasiones y de variadas formas a sus usuarios/clientes y a otros festivales que, por supuesto, tuvieron mucha mejor logística y éxito que los dos ya mencionados.
Esperemos que todo lo anterior sirva para que tanto Summa Inferno como Live Talent se comporten de una manera serie y responsable, pues si con dos errores seguidos no entienden que no se puede menospreciar al público de ninguna manera, quizá en la tercera ocasión los resultados sean todavía más terribles.
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