Parece que Miguel Ángel Mancera se tragó el orgullo y aceptó ir por una curul plurinominal.
¿Será que Mancera ya sintió la mirada vengativa de Marcelo y ya no le parece tan descabellado el aceptar la parcela que sugirió Dante Delgado?, ¿temerá que, sin un fuero, no le sea posible soportar el cólera de los dos exjefes de gobierno?
No es necesario viajar mucho tiempo atrás para recordar las palabras de Dante Delgado, líder de Movimiento Ciudadano, quien en diciembre pasado propuso que la candidatura presidencial debería estar en manos del PAN; la jefatura de gobierno de la capital en poder del PRD y que Miguel Ángel Mancera; presidiera el Senado, sin embargo, en esas fechas el actual mandatario capitalino no tardó en manifestar su molestia e inclusive la descalificación hacia las palabras del líder de Movimiento Naranja, al que le sugirió ser el «secretario de Agricultura», por eso de que se le daba repartir parcelas.
Sin embargo, como diría aquél filósofo y expresidente de México «haiga sido como haiga sido», no fue coincidencia que los movimientos entonces dibujados por Dante se ejecutaran justamente así, pues el blanquiazul, Ricardo Anaya «el Cerillo», ahora destaca como el candidato único a la silla presidencial; la perredista Alejandra Barrales se encuentra en una reyerta con Claudia Sheinbaum, de Morena, y el George Cloney mexicano hoy aceptó aparecer en la lista de plurinominales del PAN y el Sol Azteca, ¿Entonces sí aceptó la parcela?
Y es que tal declaración connota un cambio de opinión muy drástico, por parte del jefe de gobierno, pues luego de bajarse del tren de presidenciables, Mancera aseguró que concluiría su mandato en la Ciudad de México, para no dejar sola a la población capitalina que sufrió con los daños ocasionados luego del azote que dejó el sismo del 19-S; sin embargo, hay un factor nuevo, y ese factor tiene nombre y apellidos: Marcelo Ebrard.
En efecto, amigos, como ustedes recordarán, el contexto en el que su antecesor se autoexilió del país contemplaba acusaciones por supuesto desvío de fondos en la construcción de la Línea 12 del Metro; un linchamiento político por parte de la nueva administración de la CDMX sobre el exjefe de gobierno; una relación «pegadita» entre Mancera Espinosa y el presidente Peña Nieto, así como un Andrés Manuel López Obrador aun con el porrazo de haber perdido la elección del 2012.
Las condiciones en 2018 distan mucho de aquel panorama, pues hoy día el PRD está en focos rojos ante el inminente riesgo de una histórica derrota a manos de Morena, quienes se perfilan para hacerse con la jefatura de gobierno, y qué decir de las presidenciables, con un inalcanzable Andrés Manuel, quien entre sus «generales» ya incluyó a Ebrard; es decir, la maquinaria morenista tiene sus engranes a toda voracidad, mientras el partido que cobijó a Mancera ha recurrido a alianzas Frankenstein para asegurar su permanencia en el gobierno de la ciudad.
¿Será que Mancera ya sintió la mirada vengativa de Marcelo y ya no le parece tan descabellado el aceptar la parcela que sugirió Dante Delgado?, ¿temerá que, sin un fuero, no le sea posible soportar el cólera de los dos exjefes de gobierno?, ¿creerá preferible tragarse las palabras y el orgullo de no ser el «guapo presidenciable» en lugar de ser blanco fácil de éstos dos tiburones?, eso se resolverá en los días siguientes, aunque aún falta ver si Dante Delgado también lo incluye en la lista de MC, pues finalmente la última respuesta que tuvo de Miguel Ángel no fue muy amigable. Habrá que ver…
Por: Edgardo V.L.
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