Bélgica sufrió pero le dio la vuelta a Japón en el último minuto - FOTO: LÍBERO

Japón inició ganando pero no supo administrar su ventaja.

Bélgica jugará los cuartos de final contra Brasil el próximo viernes.

Las sorpresas en este Mundial de Rusia 2018 han sido frecuentes, por lo que si bien Bélgica partía como favorita ante Japón, no se podía dar por hecho quién de estas dos selecciones sería el rival de Brasil en cuartos de final. El partido inició como en cámara lenta, con Bélgica insinuando una vez más que la calidad de sus jugadores no le sería suficiente para tener juego de conjunto y con Japón asumiendo un rol secundario desde el cual parecía sentirse cómoda. Así se fue el primer tiempo, soso.

Para el complemento el partido se prendió y entonces sí que tomó apariencia de un juego propio de octavos de final de una Copa del Mundo. Al 48’ los japoneses tuvieron un contraataque que terminó en gol gracias al tiro potente y colocado de Genki Haraguachi que batió a Courtois. Bélgica aún no asimilaba el golpe cuando le llegó el segundo. Fue al 52’, cuando Takashi Inui sacó un disparo de pierna derecha desde afuera del área para poner al 2 a 0.

En ese momento dio la impresión de que al partido le «sobrarían» los 38 minutos restantes, sin embargo los diablos despertaron de su letargo y demostraron porque se les considera el caballo negro. Al 69’ Vertonghen convirtió un balón elevado en el área de Japón en el inicio de la remontada y con un cabezazo colocado, y algo de complicidad del portero nipón, anotó el primero de Bélgica. Tan solo cinco minutos después Fellaini aprovechó un centro de la banda izquierda para rematar con la testa e igualar el marcador. Ahora los asiáticos lucían en estado de shock.

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A pesar de esto en los últimos minutos Japón se atrevió y el juego se abrió, pero Bélgica fue quien dio el golpe final. En tiempo de compensación un tiro de esquina de los asiáticos terminó en las manos de Courtois, quien inició una jugada para enmarcar.

El arquero belga le dio el balón a De Bruyne, el mediocampista condujo el balón treinta metros hasta que Lukaku hizo un movimiento de atracción para dejar sin marca a Meunier, quien de primera mandó el balón al área; ahí apareció otra vez el delantero del Man U para dejar pasar el balón entre sus piernas y dejar solo a Chadli para que pusiera el 3 a 2. Contragolpe perfecto con Lukaku jugando como crack sin siquiera haber tocado el balón. Una obra de arte que manda a Bélgica a los cuartos de final.

 

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