Golpes de autoridad
Golpes de autoridad

«Bajita la mano», AMLO se ha impuesto ante aquellos que buscan descalificarlo; solo la CNTE ha resistido sus embates.

Autoridad. f. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.

Que Andrés Manuel tiene tintes autoritarios, lo sabemos. Que es ambiguo en sus explicaciones, también. Que ha implementado un proyecto de nación al vapor, es igualmente conocido. Sin embargo, su calidad como político es innegable y, aunque en este espacio lo hemos reconocido en diversas ocasiones, casi cinco meses de gobierno respaldan este hecho a través de grandes, pero sutiles golpes de autoridad.

El presidente fue señalado por el comisionado de Regulación de Energía Guillermo García Alcocer de persecución política tras haber criticado las ternas que envió al Senado para ocupar las vacantes que había en la CRE, ante lo cual, Obrador ―quizá no directamente― solicitó que se emprendiera una investigación en contra del funcionario de Pemex y, consecuencia de ella, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda halló posibles conflictos de interés como consecuencia de la adjudicación de contratos celebrados entre el comisionado y allegados familiares.

Otro de los sucesos más mediáticos en los que el presidente se hizo sentir fue tras recibir las críticas que el historiador e intelectual Enrique Krauze hizo a su gobierno en un afán de querer capitalizar el fuerte descontento existente por parte de distintos sectores de la población contra el mandatario federal. La solución llegó a través de una investigación realizada por Eje Central, denominada Operación Berlín.

En esta investigación Krauze es señalado como copartícipe de una operación que tenía como finalidad desbancar al candidato de Morena en la elección presidencial. Este reporte periodístico se confirmó con la publicación del libro Juntos hicimos historia de la diputada Tatiana Clouthier. El doble refuerzo de esta investigación llegó cuando Carmen Aristegui presentó a Ricardo Sevilla, colaborador de Krauze, en esta operación, aunque este último siempre negó conocerlo.

Tras haber sido expuesto por tres frentes distintos, Krauze acusó persecución y, días más tarde, luego de que AMLO se manifestara a favor de la libertad de expresión, el intelectual dio marcha atrás a sus acusaciones y, hasta ahora, se mantiene con un bajo perfil.

Sin duda, en estos cinco meses de gobierno hay más ejemplos como el anterior, sin embargo, hubo un caso en el que esta estrategia no funcionó para el presidente. Las dependencias involucradas de manera directa son la SEP y Segob, a cargo de Esteban Moctezuma y Olga Sánchez Cordero, respectivamente. El objetivo: hacer que la CNTE cediera ante la iniciativa de Reforma educativa lanzada al Legislativo por el presidente.

Mientras la CNTE rechazaba que las comisiones de la Cámara de Diputados se reunieran para conformar el dictamen en torno a esta iniciativa, Obrador los llamó a confiar en él. Luego de varios intentos por sesionar, que terminaron incluso en un choque entre trabajadores y maestros a las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro ―que afortunadamente no terminó en golpes―, el chantaje de AMLO fue decir que daría marcha atrás en su iniciativa y que la aprobada en 2013 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se mantendría.

La Coordinadora no dio marcha atrás y mantuvo la presión al Gobierno federal. AMLO mantuvo las mesas con Moctezuma y Cordero, no obstante, las negociaciones no tuvieron éxito, posteriormente, Mario Delgado ―coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados―, cuyas habilidades para construir acuerdos son nulas, buscó acercarse al magisterio, pero hasta ahora no se ha llegado a nada.

Todo lo anterior abona al dicho con el que iniciamos este texto en torno a que «AMLO es un buen político» ante lo cual es prudente señalar que no se usa el término «buen» como sinónimo de samaritano, sino en términos de pericia para aprovechar los recursos a su alcance y así poder gobernar a modo como todos los presidentes.

Por César J.G.

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