El triste México ya lo homenajeó, cantó, lloró y gritó, ahora sí, descanse en paz Príncipe de la canción José José.

La mañana de este miércoles los restos de El príncipe de la canción arribaron a su lugar de nacimiento, la Ciudad de México, para recibir un homenaje y  expresar el último adiós por parte de sus seres queridos y su público.

El Gobierno de la Ciudad de México junto con el Palacio de Bellas Artes —recinto que ha homenajeado a grandes artistas y representantes de la cultura  mexicana— abrieron las puertas para darle el ultimo adiós de cuerpo presente al Príncipe de la canción de México.

En el palacio se dieron cita varias personalidades del medio artístico y político para rendir homenaje y montar guardias de honor a lado del féretro. Sus hijos y familiares fueron los que acompañaron y entraron junto con los restos de su padre a la sala del Palacio de Bellas Artes.

La nave del olvido, que se encargaba de llevar sus restos es color dorada, imponente, gallarda como solo un príncipe podía tener, esa nave fue ornamentada con fotografías del cantante y coronada por un micrófono de oro y rosas depositadas por sus familiares.

Más tarde, Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la Ciudad de México fue una de las primeras en montar guardia de honor junto al féretro, así le siguieron distintas personalidades artísticas, amigos y conocidos.

Como parte del homenaje, los organizadores invitaron a una serie de músicos de varios estilos, la Orquesta Sinfónica Nacional de México, Cuarteto Saloma, El Ensamble de la Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli, El Mariachi y Coro del Ballet Folklórico de México, entre otros, interpretaron éxitos como «El triste», «40 y 20», «Almohada» y más, en las, aproximadamente, dos horas y media que duró el evento.

Al exterior del recinto se congregó un aproximado de 6 mil 500 personas para ser partícipes del homenaje, en donde hicieron una gran fila y solo unos cuantos lograron entrar a despedirse de su artista; muchos llevaban objetos como discos, playeras, fotos, gritaban, cantaban y le depositaban flores blancas frente a su féretro.

Acabado el homenaje en Bellas Artes la nave del olvido, junto con su cortejo fúnebre, empezó su recorrido para ir a la Basílica de Guadalupe donde tendrá una misa como parte del funeral, sin embargo, fue complicada su salida del recinto ya que la gente en las calles le impedían el paso por las muestras de afecto y el deseo de ver la carrosa en su trayecto.

No sé si vuelva a verte después

No se que de mi vida será

Sin el lucero azul de tu ser

Que no me alumbra ya

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