La intolerancia en las dos trincheras del país

El pasado domingo 1 de diciembre no solo se cumplió un año desde la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador y su llamada Cuarta Transformación, también se hizo evidente la falta de tolerancia y la división de las dos secciones que se aferran a agredir a todo aquel que piense diferente.

Mientras los seguidores de la 4T se reunieron en el Zócalo capitalino para escuchar el primer informe de Obrador, la oposición lo hizo en el Monumento a la Revolución, desde donde exigieron al presidente darse cuenta que su estrategia de seguridad no está funcionando, además de pedirle no dividir a los mexicanos y —por qué no— solicitar su renuncia.

Sin embargo, fueron los hechos suscitados contra un par de comunicadores los que evidenciaron la intolerancia de cada «movimiento», pues en la periferia de la Plaza de la Constitución los seguidores de AMLO increparon al periodista Irving Pineda, a quien comenzaron a empujar, quisieron colocarle un chaleco de Morena y finalmente terminaron por llamarlo «chayotero».

En la otra esquina el abucheado, corrido e insultado fue Hernán Gómez, quien fiel a su estilo de comunicar, intentó cubrir la marcha antiAMLO, pero fue sacado de la misma por algunos de los participantes que lo acusaron de vendido y «chayotero».

En redes —desde luego— cada una de las partes decidió recriminar la agresión sufrida por el comunicador de su bando, es decir, la oposición acusó los ataques contra Irving; mientras que la 4T evidenció la intolerancia de los fifís. Ninguno habló de la violencia en las trincheras propias.

#LordChillón.

#Chayotero

#IrvingNoSoyBot

#marchafifi

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