Fiel a su estilo, el presidente López Obrador volvió a arremeter contra un integrante —considerado por muchos de la prensa fifí— de los medios de comunicación: el tema, ningún otro que el fracaso de la política de salud de la 4T.

«Ya me imagino, no vi a Ciro (Gómez Leyva) anoche, porque me acuesto temprano, pero ya me lo imagino, no hace falta verlo. No habló seguramente de esta empresa (PISA) que tiene el contrato, no habla de la gran corrupción que ha habido en el sector salud, mucho menos va a hablar del propósito que tenían los anteriores gobernantes, a los que él protegía, de privatizar la salud. Ni modo que hable de eso», comentó el mandatario nacional.

Y en efecto, el comunicador no habló de lo señalado por el presidente, su enfoque de la noticia fue evidenciar la desesperación de una madre ante la falta de medicamentos para combatir el cáncer: «Con política —sugiere Ciro—, padres de niños con cáncer no tendrían razones para protestar ¿Por qué se deja que las cosas lleguen a este punto?».

Las imágenes presentadas en el noticiero del periodista reflejan lo dicho por él: una madre jala los cabellos de una mujer policía que intentaba esparcir a los manifestantes, quienes exigen las medicinas para el tratamiento de sus hijos. Nada irreal, pero con un enfoque parcial, a fin a esa prensa que no deja de criticar la presidencia.

Cabe entonces la pregunta, ¿es necesaria esa prensa?; nos atrevemos a respondernos, sí. No solo porque evidencian las falacias de la actual administración, también porque su enfoque permite una visión completa de los hechos: no hay medicinas, los enfermos sufren, los padres desesperados quieren remediarlo, el gobierno se está quedando corto con sus promesas y la prensa hace con el tema lo que más le venga en gana. A falta de chayote, lucrar con el dolor y la noticia.

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