El pasado viernes fue asesinado en una operación militar el general iraní Qasem Soleimai por órdenes del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Soleimai era el segundo hombre más importante de Irán y líder de las fuerzas especiales militares. Su asesinato fue el comienzo de una serie de ataques que han aumentado la tensión mundial respecto a un posible enfrentamiento a gran escala, Mientras estas líneas eran redactadas  tres misiles cayeron en la zona verde de Bagdad, a 100 metros de la embajada estadounidense.

Aún es muy temprano para definir el desenlace de este enfrentamiento y sus posibles secuelas políticas, económicas y sociales, sin embargo resulta muy curioso que en redes sociales vuelven a aparecer videos y notas donde el ahora presidente Donald Trump criticó al entonces mandatario Barack Obama por sus acciones militares en Irán,  acusándolo de ser un hombre desesperado por popularidad y advirtiéndole que no recurriera a Irán para iniciar una guerra para mejorar sus posibilidades electorales.

Ocho años después, Trump parece no seguir su propia crítica y ocupa una estrategia electoral clásica, beneficiarse políticamente a través de la guerra con Irán.

Sí, es cierto, esto puede resultar una aseveración bastante fuerte, pero no cabe duda que una guerra con una nación de oriente próximo ha subido su popularidad a meses de las elecciones en los Estados Unidos, además de claramente alejar de la opinión pública su inminente juicio en el Senado por abuso de poder y obstrucción en el Congreso.

“Los estadounidenses quieren que su Presidente actúe con decisión y defienda a los intereses del país y eso es exactamente lo que el Presidente Trump hizo”, dijo el portavoz de su campaña, Tim Murtaugh.

La guerra siempre ha funcionado como el mecanismo electoral más importante para ganar popularidad y por ende las elecciones, en política vista como la lucha del poder y no como la construcción de acuerdos, lamentablemente todo es posible y hay gente dispuesta a todo.

“Otro terrorista muerto” es el título del correo electrónico enviado por el equipo de asesores de campaña del presidente Trump tras la muerte de Soleimai, en el mismo correo se recomienda seguir la estrategia que se siguió con la muerte de  Al- Baghadi, líder yihadista  asesinado en una operación militar encabezada por los Estados Unidos el pasado 26 de octubre de 2019, y cuya muerte se convirtió en parte central de los anuncios y eventos de campaña de Trump.

¿Cuántas muertes, incertidumbre y violencia se necesita para mantener el poder? para algunos su respuesta será: la necesaria.

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