Han sido varios los legisladores que se «sumaron» a la indignación y muestras de apoyo en contra de la violencia de género contra las mujeres, desde penas más grandes hasta monumentos que reflejen la furia de los familiares de las víctimas.

Recientemente una legisladora —que importa de qué partido (Morena) — propuso la creación de un memorial para Fátima,  Ingrid «y todas las que ya no están (pues) nos obliga(rá) a no ser omisos e indiferentes hacia el dolor de las mujeres».

Previamente, la Cámara de Diputados acordó incrementar la pena por el delito de feminicidio, la cual pasó de 60 a 65 años; solo y solo después no de un feminicidio más, sino de la atrocidad con la cual fueron cometidos y ante la presión de la población respecto a la violencia contra las mujeres.

Por lo anterior, queremos recordarle a los legisladores que no necesitamos un memorial, pues no olvidamos a las víctimas; necesitamos que deje de haberlas, que se deje de agredir, perseguir, revictimizar, acosar y asesinar a las mujeres; de poco nos sirve que las penas se incrementen, cuando el nivel de impunidad en México es del 99 por ciento.

#UnDíaSinMujeres será una realidad si el gobierno mexicano sigue sin entender el problema; si la oposición deja de ver a las víctimas del feminicidio como una estrategia política; pero aún, si la sociedad no se permite acercarse a las manifestaciones para exigir el derecho a la seguridad de todas las mexicanas.

Un diputado más —al borde del llanto (también de Morena) — manifestó su «empatía y preocupación» por la violencia de género en el país, habló de sus hijas, de sus miedos, y de sus deseos porque eso termine: perfecto, ahora, como representante popular, que hará para ayudar a ponerle fin a los feminicidios, esperemos que no sean más leyes y antimonumentas.

HOY NOVEDADES/EN BOGA