A este punto y tras tantos días de encierro, ya no se sabe si culpar al estrés, a la desesperación o la idiotez humana, pues resulta que ni bien se anunció el regreso a la «nueva normalidad», los ciudadanos poco a poco han roto la cuarentena como si ya todo hubiera acabado.
Nada más lejos de la realidad, ya que gracias a esto, ahora el número de contagios de coronavirus aumenta por miles cada día, lo que resulta peor ahora que el sistema de salud ya está por arriba del 50% de su capacidad. Pero, ¿por qué pasó esto?
En un inicio, las autoridades mencionaron que a partir del pasado 18 de mayo se comenzarían a sentar las bases para regresar a las actividades cotidianas, tanto económicas como culturales y sociales. Con esto no quisieron decir que la cuarentena acabara ese día, sino que apenas sería «el inicio del fin» del encierro voluntario.
Lo malo, claro está, es que gran parte de la gente entendió (por conveniencia o por un mal entendido) que ya podían salir como si nada a raíz de dicho anuncio. Así, en la ciudad y en otras entidades, se notó un mayor número de personas en las calles y en el transporte público. Por supuesto, está de sobra mencionar que las medidas sanitarias como la sana distancia o los cubrebocas quedaron olvidadas.
El problema es que no han pasado ni 10 días desde que esto ocurrió, y como mencionamos antes, apenas en la semana del 18 al 22 de mayo se rompió récord de contagios. Esto quiere decir que, en el peor de los escenarios, el número aumentará en los próximos 10 días gracias a toda esa gente que volvió a salir «como si nada».
Claro, no nos referimos a ese sector que necesita salir para trabajar y vivir al día a día, sino a quienes simplemente quisieron dar un paseo o matar el aburrimiento en familia o en pareja. Por eso hay que tener en claro que no, la cuarentena no ha acabado y la llamada «nueva normalidad» será hasta septiembre…si bien nos va.
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