El boicot al que Estados Unidos ha llamado contra la película francesa Cuties es «un grave ataque contra la libertad de creación», determinó la ARP, sociedad que representa a los autores, directores y productores en Francia.
La cinta, premiada en Sundance, cuenta la historia de una niña parisina de 11 años que debe moverse entre los estrictos valores de su familia y la tiranía de las redes sociales hacia jóvenes de su edad cuando comienzan a tener un poco de fama.
Aunque su directora Maïmouna Doucouré y Netflix señalan que la película busca denunciar la sexualización que sufren los niños, aunque miles de internautas estadunidenses acusan a la obra precisamente de sexualizar a las niñas que la protagonizan.
«Esta película producida en Francia, y luego comprada por Netflix para su difusión en Estados Unidos, es emblemática de la indispensable libertad de expresión que necesita el cine, en toda su diversidad, para abordar temas incómodos, y por lo tanto necesarios para el ejercicio de la democracia», declaró la sociedad Autores, Realizadores y Productores (ARP) en un comunicado.
Ya Netflix había sido centro de críticas al haber promocionado la cinta con un póster bastante «sugerente», por lo que tuvo que retirarlo. Tras el estreno de la cinta en Latinoamérica, ha recibido críticas mixtas entre quienes apoyan la denuncia y quienes piensan que, en efecto, la película sexualiza a sus protagonistas.
«Lo más importante es ver la película para comprender que estamos en el mismo combate», declaró Doucouré.
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