Mario Delgado, aspirante a la presidencia de Morena, aseguró que en caso de ganar, su triunfo no significaría que el canciller Marcelo Ebrard sería el futuro presidente de México. Esto ante las declaraciones de su contrincante Porfirio Muñoz Ledo.
Durante su participación en Por la mañana con Ciro Gómez Leyva, Delgado comentó que no es momento de dividir, señalar o inventar historias entre compañeros, sino de promover la unidad en el partido para que Morena gane la Cámara de Diputados, así como la mayoría de las gubernaturas y presidencias municipales.
Respecto a su relación con Marcelo Ebrard, aceptó que su relación política con el canciller es pública, pero aunque lo respeta, «no soy su incondicional, de él ni de nadie más. Voy a ser imparcial y de manera honesta como dirigente. Mi jefe político es el presidente de la República», aseguró el diputado.
Respecto a su forma de tomar las riendas de Morena en caso de ganar, dijo que su intención es la de mantener la fuerza del movimiento en el pueblo, no en los dirigentes. «Mi propuesta es dejar los tribunales e ir a organizar a la gente», indicó.
En torno a quién llegue a ser el nuevo presidente de Morena, Delgado aseguró que el partido «debe mostrar un apoyo ciego al presidente, pues el presidente gobierna con la plataforma de Morena que eligieron 30 millones de mexicanos (…) Hay bastantes enemigos que no quieren que el país cambie como para que la bancada tome distancia del presidente», enfatizó.
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