La tarde del jueves, el Senado aprobó en lo general la eliminación del fuero presidencial, lo que quiere decir que el Presidente de México podrá ser juzgado en sus funciones por traición a la patria, delitos de corrupción y electorales o cualquier otro crimen.
Además, los coordinadores parlamentarios sellaron su acuerdo para impulsar una reforma constitucional para que a los diputados federales y senadores también se les pueda imputar el mismo cuadro de delitos por los que el presidente puede ser juzgado.
Con esto, el decreto se perfila para ser enviado a los congresos de los estados, y una vez que 17 de ellos lo ratifiquen se plasmará en la Constitución.
HOY NOVEDADES/MI MÉXICO
