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Breve recuento de hechos en Perú

El lunes 9 de noviembre, el Congreso de Perú decidió destituir al presidente Martín Vizcarra por presunta «permanente incapacidad moral», esto debido a denuncias en su contra, acusándolo de haber recibido sobornos durante su etapa como gobernador regional de Moquegua, entre 2011 y 2014.

Algunas declaraciones acusatorias afirman que Vizcarra habría recibido hasta 2.3 millones de soles (650,000 dólares aproximadamente) para conceder dos obras públicas, el hospital regional de Moquegua y una de irrigación.

Cabe mencionar que anterior a su destitución, el 18 de septiembre, Vizcarra tuvo un juicio político del que salió victorioso, sin embargo, unas semanas después, en un segundo juicio político abierto, el Pleno de Parlamento peruano declaró la «moción de vacancia» con 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando por mucho los 87 votos requeridos.

Ante la destitución, comenzaron las protestas entre la población, unos apoyando la salida del exmandatario y otros acusando golpe de estado. Hubo descontento por parte de la sociedad, de políticos, constitucionalistas, analistas y representantes de la Iglesia Católica.

Gran cantidad de personas comenzó a concentrarse en la Plaza San Martín, manifestando inconformidad y opiniones divididas.

El 10 de noviembre, Manuel Merino de Lama se convirtió en el presidente de Perú, sin embargo, el descontento incrementó considerablemente y durante las jornadas de protestas hubo un saldo de dos muertos y cientos de heridos.

Tras esta ola de protestas, donde señalaban al nuevo mandatario de «golpista y usurpador», el 15 de noviembre el empresario Manuel Merino renunció a la presidencia de forma irrevocable.

El lunes 16 de noviembre llegó a la silla presidencial, el tercer mandatario en menos de dos semanas, Francisco Sagasti, cuyo nombramiento ha calmado los ánimos entre la sociedad.

El arribo a la presidencia del ingeniero y académico, Sagasti, aplacó la ira y las protestas callejeras; el nuevo mandatario prometió ayudar al país a alejarse de la amargura y a que sea «un momento de alegría, de esperanza».

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