Como una estrategia ante los estragos que la pandemia del coronavirus ha dejado a los músicos, los integrantes de una orquesta suiza han optado por realizar «conciertos» con un solista para un único espectador. Ambos se sientan a unos metros de distancia.
La Orquesta de la Suiza Romanda da conciertos de este tipo por toda Ginebra, en floristerías, comercios y hasta en antiguos edificios industriales.
Para hacerlo más interesante, tanto la fecha, la hora, el lugar y el intérprete del concierto se mantienen en secreto hasta 10 minutos antes de que este inicie.
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