India superó los 18 millones de contagios de COVID-19, además de romper récord al presentar 379,257 nuevas infecciones y 3,645 muertes en un solo día. El número de fallecidos es tal, que cientos de cadáveres tienen que ser incinerados en crematorios improvisados en parques y estacionamientos.
En cuanto a los hospitales, se reporta que las unidades de cuidados intensivos, las camas generales y los tanques de oxígeno se ocupan sólo en minutos.
El ejército apoyará con suministros claves por todo el país y abrirá sus hospitales a los civiles. Asimismo, para aligerar la carga de los nosocomios, se informó que los hoteles y vagones de ferrocarril se han convertido en instalaciones de cuidado intensivo ante la falta de camas.
Por otro lado, se estima que la cifra oficial de muertes y contagios podría ser incluso de cinco a 10 veces mayor, pues apenas un 9% de la población de los cerca de 1,400 millones de habitantes de India ha recibido una dosis desde que comenzó la campaña en enero, primero con los trabajadores de la salud y luego con los ancianos.
Se cree que la principal causa en el aumento drástico de los contagios se debe a las manifestaciones políticas masivas y festivales religiosos que se llevaron a cabo en las últimas semanas.
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