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Israel bombardeó sin cesar este domingo la Franja de Gaza y mató a 40 palestinos, la cifra más alta de víctimas en un día desde el inicio de la escalada militar, horas antes de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los grupos armados palestinos, entre ellos Hamás en el poder en Gaza, lanzaron más de 3.000 cohetes contra Israel desde el 10 mayo, el mayor ritmo de cohetes jamás disparados hacia Israel, según el ejército israelí, que precisó que la mayoría fueron interceptados.

Estos nuevos bombardeos tienen lugar a pocas horas de una reunión virtual del Consejo de Seguridad, a cuyos miembros les pidió el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que “ejerzan la máxima influencia para poner fin a las hostilidades”.

Se trata de la cifra diaria de muertos más elevada desde el inicio de este nuevo ciclo de violencia, que ya ha causado la muerte de 188 palestinos, entre ellos 55 niños, y más de mil 230 heridos, según el último balance palestino.

En Israel, 10 personas han perdido la vida, entre ellos un niño y un soldado, y hay 282 heridos, por los disparos de cohetes palestinos.

“¿Pueden escucharme? ¿Están bien?”, gritaba un socorrista por un agujero entre los escombros.

Minutos después, los socorristas lograron sacar a un sobreviviente y se lo llevaron en una camilla naranja.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo que 12 mujeres y ocho niños estaban entre los muertos, y otras 50 personas resultaron heridas en el ataque.

Poco antes, el Ejército israelí dijo que destruyó la casa del principal líder de Hamas de Gaza, Yahiyeh Sinwar, en un ataque por separado en la ciudad sureña de Jan Yunis. Fue el tercer ataque de este tipo en los últimos dos días contra las casas de los principales líderes de Hamas.

Israel parece haber intensificado los bombardeos en los últimos días para infligir el mayor daño posible a Hamas mientras los mediadores internacionales intentan negociar un alto el fuego.

Pero apuntar a los líderes del grupo podría obstaculizar esos esfuerzos. Un diplomático estadounidense se encuentra en la región para tratar de reducir las tensiones y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el domingo.

El último estallido de violencia comenzó en el oriente de Jerusalén el mes pasado, cuando los palestinos protestaron y se enfrentaron a la policía israelí por sus acciones estrictas durante el Ramadán, el mes sagrado musulmán, y la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por parte de colonos judíos.

Un punto focal de los enfrentamientos fue la mezquita Al-Aqsa, un sitio venerado tanto por musulmanes como por judíos. Hamas disparó cohetes hacia Jerusalén el lunes pasado, lo que provocó el asalto israelí a Gaza.