En Playa del Carmen

Por fin, después de tanto tiempo, darse un toque ya no será «ilegal», pues este lunes, la SCJN despenalizó el uso lúdico de la marihuana, esa plantita tan estigmatizada y mal vista que no hace nada de mal y que, en cambio, tan diversos beneficios tiene para la salud.

Lo anterior significa un gran paso para la sociedad, sí, pero también para la lucha contra el narcotráfico, pues al ser la marihuana una de las «drogas» más accesibles y también de alta demanda, al hacerla legal se le quita un enorme ingreso a la delincuencia, pues ahora los consumidores no tendrán que recurrir al narcomenudeo.

Aunque para conseguir esto todavía queda un buen tramo, ya que si bien la SCJN aprobó el uso lúdico del cannabis, todavía falta establecer las reglas legales que regirán su consumo, venta, producción y cultivo. Claro, esto seguramente traerá consigo un cierto aumento de precio en su costo, pero preferible unos cuantos pesos más a que continúe siendo ilegal.

Ahora, por una parte, los consumidores deben aprovechar este gigantesco avance para demostrar el porqué la marihuana no debe (ni debió) estar prohibida y dejar en claro los beneficios que ésta tiene. Además, claro, de intentar demostrar que los prejuicios entorno a los mariguanos (es decir, a quienes la consumen) son falsos.

Por el otro lado, los detractores tienen que saber que el hecho de legalizarla no quiere decir que sus hijos, los adolescentes o los niños entrarán automáticamente al mundo de las drogas al querer consumirla, pues a fin de cuentas, la decisión de fumarla o no, no depende de una Constitución, sino de la elección de cada quien.

Pero fuera de eso, lo más importante es que ahora sí aquellas personas que padecen ciertas enfermedades cuyo dolor o síntomas disminuyen gracias al cannabis, podrán recurrir a ella sin temor alguno. Sólo esperemos que, como dicen por ahí, con su regularización «no salga más caro el caldo que las albóndigas».

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