Radio Fórmula

La prostitución de algunos influencers al Partido Verde es nefasta y asquerosa, pues además de dejarnos ver su falta de dignidad y de criterio, revela también su poco valor y ética como seres humanos. Lo peor de todo, es que su capacidad de analizar las cosas es tan pobre que su cabecita ni siquiera les rinde para darse cuenta de lo mal que hicieron.

Peor aún, pues si hay alguien más nefasto que ellos ―que vendieron su voto e instaron a otros a hacerlo― son quienes los defienden, aún si lo hacen por el amor de madre, como la finísima Niurka lo hizo ver al sacar las garras por su hija, una de las tantas influencers pagadas para apoyar al Verde.

«Esto es para todos los que le están diciendo vendida a mi niña. ¿De cuándo acá tú eres su dueño? ¿En qué momento se comprometió contigo o dónde te firmó? ¿Qué le has aportado?», nos cuestiona Niurka.

Tiene razón, la sociedad ni nadie es dueña de Romina, pero vaya que ella tiene un compromiso para con todos nosotros, así como nosotros con ella. Y ese compromiso es el de tratar de hacer de México un mejor país, algo que a la joven le valió por unos cuanto pesos y vender su opinión en favor de un partido que a ella nada les importa, pues sólo buscan sus followers.

En este sentido, mientras nosotros salimos a votar por criterio propio, ella y otras decenas de celebridades más rompieron su compromiso como ciudadanos; miles de ciudadanos que, dicho sea de paso, le han aportado la atención que necesita para convertirse en la influencer que es ahora.

«¿Dueño de que parte de su vida eres? ¿O de qué parte de su mente de su carrera, de su esfuerzo? ¿De qué vendida? ¿De qué? ¿Mi hija vendida de qué onda? Ella es libre de hacer lo que ella quiera. La única que le dio algo para llegar a donde está fui yo, y se lo di regalado. Le enseñé a pensar, a existir, a proceder y a opinar. Y también de dar, que nunca te lo cobró», continúa defiendo la madre a su hija.

¿Vendida de qué? De eso, de vender su voto y su voz. Claro que ella es libre de hacer lo que sea, nadie lo niega, pero qué triste que su libre albedrio lo use con fines tan deplorables. Y si esa es la manera en que su mamá le enseñó a pensar, a proceder y a opinar, pues qué pensamientos, procederes y opiniones tan pobres y lamentables.

HOY NOVEADADES/LIBRE OPINIÓN