México Desconocido

Hasta hace unos días, las seleccionadas nacionales de softbol femenil eran vistas como heroínas, y no tan sólo por su participación en Tokio 2020, sino porque a pesar de que cuentan con la nacionalidad estadounidense y mexicana, optaron por representar a México en los actuales Juegos Olímpicos. El día de hoy son las grandes villanas de las competencias al saberse que para ellas el uniforme no representa nada más que basura.

Lo anterior, debido a que las jugadoras se deshicieron de su uniforme al dejarlo en bolsas de basura dentro de sus habitaciones de la Villa Olímpica. En su lugar, dicen algunos, prefirieron llevarse las colchas y almohadas del recinto.

Además, otros rumores apuntan a que, por alguna razón que no se ha dicho, fueron las únicas entre todas las selecciones participantes que no quisieron portar la bandera mexicana en sus uniformes.

Claro, y con justa razón, todo esto ha desatado una ola de críticas en contra de ellas, principalmente de sus compañeros atletas, quienes se sienten indignados ante tal acto, pues para ellos, el uniforme (aunque sólo sean trozos de tela) representa años de esfuerzo y entrega que simbolizan todas esas lágrimas y gotas de sudor que han derramado para representar a México en las olimpiadas.

Lo más lamentable es que la misma Federación Mexicana de Softbol justifica el actuar de las deportistas, tratando el hecho como algo sin importancia al decir que si las jugadoras tiraron a la basura el uniforme, fue porque necesitaban espacio en sus maletas para no superar el peso reglamentario en el aeropuerto. Algo que para el organismo parecer ser totalmente entendible.

Y aunque así lo sea, ¿por qué no donar el uniforme en vez de tirarlo? ¿Por qué no regalarlo a algún fanático del deporte en tierras niponas? Cualquier cosa habría sido mejor que echar a la basura no ya el uniforme, sino la estima, el respeto y el orgullo que se depositó en estas jugadoras.

HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN