El País

Este domingo, el clásico Brasil-Argentina fue suspendido a los siete minutos de iniciado por elementos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa), quienes en pleno campo detuvieron a cuatro jugadores albicelestes por incumplimiento de los protocolos anti-COVID.

Los hechos ocurrieron en el estadio Neo Química Arena, donde se buscó deportar al portero Emiliano Martínez, el defensa Cristian Romero, el volante Giovani Lo Celso y el delantero Emiliano Buendía, quienes juegan en el Aston Villa y el Tottenham de la Premier League.

La razón fue porque los jugadores estuvieron en Gran Bretaña pero no lo revelaron en el cuestionario de entrada al país, así que Anvisa encargó a la Policía Federal su aislamiento. Lo anterior, debido a que ante la emergencia por la COVID-19, Brasil no permite la entrada a las personas que en los últimos 14 días hayan estado en Sudáfrica, Reino Unido o India.

«Deben ser deportados (…) autorizar el partido sería absurdo. Se desplazaron hasta el estadio, entraron en el campo. Serán multados por una secuencia de infracciones sanitarias. Con más de 500 mil muertos en medio de la pandemia, las órdenes están para cumplirlas», declaró el director de Anvisa, Antonio Barra Torres, a la cadena Tv Globo.

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