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Durante una rueda de prensa, Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, no respondió ninguna pregunta sobre el juego contra Dallas Mavericks en la final de la Conferencia En su lugar, arremetió contra los senadores que aprueban el uso de armas en referencia a la matanza de Texas, en la que un joven mató a 19 niños y dos profesores.

“Cualquier pregunta de baloncesto no importa. En los últimos 10 días, hemos tenido a ancianos negros asesinados en un supermercado en Buffalo, hemos tenido a asiáticos que asisten a la iglesia asesinados en el sur de California, y ahora tenemos a niños asesinados en la escuela. ¿Cuándo vamos a hacer algo? Basta ya. Estoy cansado de venir aquí y dar condolencias a las familias devastadas”, dijo Kerr.

Kerr también perdió a su padre, Malcolm Kerr, en un atentado el 18 de enero de 1984. Era profesor de Historia Árabe y fue asesinado por dos miembros de un grupo radical islámico que le dispararon dos tiros en la cabeza cuando trabajaba como rector en la Universidad Americana de Beirut.

“Estamos siendo rehenes de 50 senadores en Washington que se niegan a someterlo a votación (una ley para el mayor control de las armas), a pesar de lo que el ciudadano estadounidense quiere. Ellos no lo votarán porque quieren aferrarse a su poder. Y les pregunto: ¿Vais a poner vuestro propio deseo de poder por delante la vida de niños, ancianos y feligreses? Porque eso es lo que parece. Es lo que hacéis todas las semanas. Estoy harto, no podemos iganorar esto y decir que haremos un minuto de silencio, que vamos a jugar al baloncesto mientras 50 senadores en Washington nos tienen como rehenes. ¿Se dan cuenta de que el 90% de los estadounidenses, independientemente del partido político, quieren más controles de antecedentes para comprar armas? ¡El 90% de nosotros! Es patético. Ya he tenido suficiente”, sentenció.

Tras su discurso, y al borde las lágrimas, el entrenador se marchó de la sala sin decir más.

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